Alojarse en el centro de Barcelona supone el placer de poder recorrer sus calles a un ritmo tranquilo, descubriendo alternativas a las ya famosas avenidas de la ciudad. Hoy Ezequiel Salzberg, CEO de Casagrand, nos descubre la felicidad de pasear por Enrique Granados, una de sus calles favoritas de Barcelona.
Muy cerca de Casagrand nace Enrique Granados, una de mis calles favoritas de la ciudad. Semipeatonal, Enrique Granados es una vía corta de menos de un kilómetro que resulta muy agradable para pasear. La escasez de tráfico, la presencia de algunas joyas arquitectónicas del Modernismo, como la Casa Llorens (Enrique Granados, 119) y la abundancia de tiendas de diseño y artesanía así lo aseguran. Hacia el final de la calle, es posible disfrutar de un delicioso brunch o visitar los jardines de la Universitat de Barcelona, un verdadero jardín botánico de gran riqueza, ya que aloja más de 250 especies diferentes.
El paseo bien puede hacerse a la inversa, parando para disfrutar de una cena antes de volver a Casagrand. Estas son mis tres recomendaciones para una deliciosa cena:
Recetas tradicionales del sudeste asiático
Boa Bao es la más reciente apuesta de una pareja de norteamericanos residentes en Portugal. Tras abrir su primer restaurante especializado en cocina del sudeste asiático en Lisboa y el segundo el Oporto, abrieron la sucursal barcelonesa en 2019. Su propuesta incluye platos tradicionales de Vietnam, Laos, Camboya, Tailandia, Filipinas, Malasia e Indonesia. La oferta no se queda ahí pues la carta incluye una variada oferta de cócteles con toques asiáticos e internacionales. La decoración del local, de inspiración oriental pero con elementos industriales y modernos, evoca los ambientes de street food de Bangkok, Yangon o Hanoi; la música y las conversaciones de los comensales acentúan aún más esa sensación.
Dónde: Boa Bao. Plaza Letamendi 1, 08007 Barcelona.
Mi recomendación: bao de lubina acompañado de un cóctel.
Precio por persona: entre 35 y 50 euros.
Sushi de calidad en un ambiente íntimo
Apenas 200 metros más arriba, en la esquina de Granados con Mallorca, encontraremos el japonés Robata, un local pequeño y muy concurrido (imprescindible reservar), con un ambiente íntimo y acogedor. La iluminación, el mobiliario y la vajilla han sido cuidados con mimo hasta el detalle y eso se nota. Su carta tiene dos capítulos principales -el sushi y el grill- y uno secundario, el de los postres, donde el establecimiento pone el acento occidental (tartas de inspiración americana, en raciones generosas, para compartir). El sushi respeta lo esencial: un producto de gran calidad.
Dónde: Robata. Enric Granados, 55, 08008 Barcelona
Mi recomendación: Pulpo al Olivo (a la brasa con salsa de olivas kalamata), Toro Soasado (ventresca de atún con salsa yakinuku) o Crispy Duck (pierna de pato caramelizada y crocante)
Precio por persona: menú degustación de 59 euros, bebidas incluidas.
Escalivada mexicana para cenar
Ya casi llegando a Diagonal, en la esquina de Enrique Granados con Córcega está Cresta Colorada, un joven restaurante mexicano con decoración inspirada en los años 70. Perfecto para una cena sencilla pero sabrosa, con un servicio agradable y bastante rápido. La carta es breve y casi todos los platos principales, además de algunos entrantes, como la escalivada mexicana, se preparan en un horno de brasa.
Dónde: Cresta Colorada. Córcega, 244. 0836 Barcelona
Mi recomendación : Ensalada de tomate con queso cotija o de garbanzos con pepino y naranja y tacos de pollo o de cochinita pibil. De postre, el flan casero y el pastel de tres leches están para chuparse los dedos. Para beber, la michelada, cerveza picante mexicana, es soberbia.
Precio por persona: entre 20 y 25 euros.